martes, 21 de mayo de 2013

LA MISERICORDIA


UN CUENTO SOBRE LA MISERICORDIA 

En cierta ocasión se presentaron ante un hombre justo y de corazón piadoso unos hombres portando un cadáver sobre unas parihuelas.
- Aquí te traemos a tu hijo pequeño, que ha sido muerto por su propio primo, tu sobrino Abdul. A él lo hemos apresado y te lo entregamos maniatado. Es tuyo.
El asesino cayó al suelo y no se atrevía a mirar a su tío, padre de la víctima. Tenía mucho miedo y vergüenza, y no levantaba la vista del suelo.
El viejo no sabía qué hacer y sentía odio en sus entrañas. En aquel momento su hijo mayor le dijo:
- Padre, haz justicia y venga a mi hermano pequeño.
El hombre misericordioso contestó:
- No; hay algo mejor que hacer. Y lo harás tú. Haz estas tres cosas: Libera al hijo de mi hermano, entierra a tu hermano, y gasta tus fuerzas en consolar a tu madre, que mucho te necesitará.
La cara del anciano se llenó de paz.
Cuento árabe
OJALA QUE ESTE CUENTO NOS HAGA REFLEXIONAR UN POCO SOBRE LA MISERICORDIA COMO PRINCIPIO NECESARIO EN LA VIDA DIARIA, SOBRE LA IMPORTANCIA QUE REVISTE PARA CADA CRISTIANO CATÓLICO EL DEBER DE MIRAR CON CARIDAD A LOS HERMANOS, COMO CRISTO MISMO LO HIZO.